Hija soy
de una peña de afiladas aristas
que se
quebró en el aire.
Desde la
cumbre, a saltos,
llegué al
sendero donde habito.
A él le
he entregado mi vida
e hizo de
mí lo que soy.
¡Millares
de pies se han posado
sobre mi
alma de artista
y el
polvo y la arenisca
me han
cubierto y conformado!
Soles,
lluvias y tormentas
me
abrasaron y pulieron.
En la
noche, las estrellas
brillan todas
para mí.
¡Son tan frías como bellas!
Las
pezuñas de animales.
Pisadas
de caravanas
humanas
-que
cantan, cuando caminan,
que ríen,
y a veces, callan
el dolor
que les produce
mi roce
cortante y fiero-,
están muy
dentro de mí.
¡Ay, cómo
envidio a los hombres
que
marchan por mi sendero,
su
caminar desenvuelto,
su mirar
al firmamento
y esa
libertad que tienen
para reír o llorar!
¡Qué
feliz es el hombre
que puede
ir donde quiere!
¡Qué canta, si está alegre
e incluso
llora si algo o alguien le hiere!
Algún
sentido ha de tener
mi
absurda vida de piedra
y mi presencia
en este sendero
abierto
al sol, a la lluvia, al viento…
y al
despiadado frío
y al
silencio de las noches.
Alcalá de Henares, 29 de agosto de 2022
Hoy se
cuela en “EL JUEGO DE
UN TEMA
SUGERIDO: DARLE VOZ A UNA PIEDRA
Fue una Franziskitada para “El club de las letras mágicas”, publicada con fecha 20 de octubre de 2012
Texto e imágenes realizados por Franziska, las fotos se tomaron en el Museo Geológico y Minero de Madrid