pues no ve las arrugas de mis vestidos.
Mi espejito de plata de poca ley
su corazón de cobre luce encantado.
Le gusta estar en el quicio de mi ventana.
Y produce señales tan luminosas
sobre el pavimento que las palomas
corren a refugiarse tras de las lomas.
Yo sé que le divierte desconcertar.
Cuando sonríe escondido tras mis ojos,
yo, simulando enojo, le digo:
-¡Vamos por qué finges lo que no eres!
¡No me trago yo ese anzuelo
aunque reflejes mi rostro
coloreado de estrellas.!
Nunca fui la madrastra de Blancanieves.
No he exigido de ti grandes halagos,
somos amigos –tú bien lo sabes-
y no es preciso un juicio tan despiadado…
¡No volveré a mirarme en ti,
tenlo por cierto, hasta que no estén en flor
todos los blancos azahares de mi huerto.
¡Mi espejito, sin duda, se ha vuelto viejo
pues no ve las arrugas de mi entrecejo!
¡Mi espejito, está claro, quiere engañarme
pues no ve mis ojeras al levantarme!
Mi espejo es astuto, como buen viejo;
por eso, me recuerda cuando aún no lucía
sobre mi frente la flor de invierno…
Lo he decidido: debo marcharme
a comprar un candado para encerrarle.
Espejito moruno, de limpio azogue,
dime, por una vez, qué es lo que piensas
cuando me acerco a ti –toda inocencia-
esperando ver la cara de mi niñez.
Fotos y texto realizados por Franziska para
EL JUEGO DE LA PALABRA DADA
PALABRA: ESPEJO
DADORA: Claudia de los blogs:
http://aquiencorresponda-stop.blogspot.com/ (No tiene abiertos los comentarios pero, si se desea, se puede contactar con ella en el correo que se indica en su página)
http://fotosmasfotosmenos.blogspot.com/ En éste, sin embargo, está abierta la entrada de comentarios.
Alcalá de Henares, 29 de agosto de 2010