miércoles, 4 de abril de 2012

Caminos de la tierra



Ando buscando un camino
que siempre de mí se aleja.
Estoy buscando una reja
en la que colgar las flores
que nacen de mis amores.


 
La Tierra entera está
marcada por los caminos.
Nadie sabe su destino
ni cuándo se acabará
este largo deambular.



Caminitos de la Tierra,
senderos hacia la mar,
atajos, trochas, veredas.
En todas partes busqué
algo que no pude hallar.



En mi juventud gastada
dormí cerca de las fuentes.
Despertaba muchas veces
con temblores y con fiebres
que no aliviaba el agua.

 
A lo largo del camino,
algún árbol peregrino
me cobijó con su sombra.
Feliz sueño que se pierde
cuando te alejas de allí.


En mi madurez soñada,
mi bastón de caminante
un mal día extravié.
¿Dónde hallaré otro bastón?
Por él, todo lo que tengo doy.


Ya no hay en mi camino
amaneceres ni ocasos.
Todo el día es agonía,
estupor, melancolía.
Noche oscura y callada:
una negrura infinita.


Mis ojos ya no distinguen
entre oscuridad o color.
Es un mundo de estupor.
¿Qué es lo que está pasando?
Ni te quedas ni te vas.


Yo no entiendo tu enojo.
Estás aquí porque quieres.
No hay puertas ni cerrojos.
Ni rejas en las ventanas
creo que halles, tampoco.


¡Y dices que estás prisionero
sin cadenas, ni guardianes!
¿Quién se atrevió a secuestrarte?
Tu alma debió llevarse
pues no te quedan arrestos
que te hagan rebelarte.



Alcalá de Henares, 4 de abril de 2012
Texto e imágenes realizados por Franziska











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