Inspirado
por Carmen López Huerta Juárez
Para
ella, con un abrazo de Franziska
De ébano o palo santo
quisiera tener madera.
Por lo que ahora intuyo,
mi madera es de pino:
de pino blanco
blandita y llena de grietas.
Aspirando al perfume
de la pomarada, los manzanos
se colman de flores
de tal manera que sus ramas
se inclinan hacia la dulce
y paciente tierra.
Como el don generoso que más se espera
así el manzano se nos da y entrega.
Ya quisiera yo que mi madera
de pino blanco –porosa y blanda-
fuera capaz de darse –como una estrella-
y alumbrara cuentos y poesías
mañanas y tardes de cada día.
La cuestión es alcanzar con el alma serena,
la mente limpia y paz
en la mirada:
-ligera de equipaje, casi etérea-
la última estación de este viaje.
Alcalá de Henares, 17de Agosto de 2013
Texto e imágenes realizados por Franziska