sábado, 27 de octubre de 2012

ERUDICIÓN





En aquel extraño lugar
en el que vivió Xuanón
esta es la historia que han contado
y aún se recuerda hoy.

Dicen de él que era muy sabio
pero cansado de que su erudición
no llenara su alcancía
y su despensa vacía
viéralo amanecer casi yerto
un día sí y otro, no,

puso en un carro sus libros
y se los llevó a vender
al Zoco de Mirabien.

¡Libros para todos, libros!
¡Algebra, Trigonometría, ciencias,
Historia del Arte, teatro, biografías;
de Oriente y Occidente
todas las filosofías;
Poesía y algunas novelas eróticas!!!

Y así pasó pregonando
todo el santísimo día.
Ronca tenía la voz
y el alma rota, tenía:

¡Nadie adquirió un solo libro!

Y nuestro Xuanón pensaba:
La erudición es un lujo
que ha nimbado mi cabeza.

Consecuente, hizo una pira
y los condenó a la hoguera.
Así perdió sus riquezas.

Más sabio fue desde entonces
pues si quería aprender,
tenía que usar su cabeza.

La verdad es que Xuanón
escribía desde el ocaso a la aurora
y así durante el día,
cuando no dormitaba, dormía.

Fueron pasando los años
instalado en esa monotonía,
él nunca volvió a leer.

Cuando ya era un anciano
un día aciago dijo:
más libre que yo es un pájaro.
Y se lanzó desde la torre
más alta del campanario.

Al entierro de Xuanón
llegaron cientos de sabios
¿Cómo se extendió la noticia?
Nadie logró averiguarlo.
Aún no existía la radio.

Cada sabio portaba su propio libro
y quería compartirlo…
Así fue como el entierro
duró todo aquel invierno
y llegó hasta la parte primera
de la hermosa primavera.

Nadie sabe cómo fue…
Si es que Xuanón era santo.
Porque en el pueblo desde entonces,
todos se tornaron sabios.


De la serie Franziskitadas realizadas para el
JUEGO DE LA PALABRA DADA
PALABRA: ERUDICIÓN
DADORA: LORENA RODRIGUEZ CASTILLO

Alcalá de Henares, 27 de octubre de 2012
Texto e imágenes realizados por Franziska Gar Zia

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