lunes, 26 de julio de 2021

Paralelepípedo*

 

 

Un paquete de tabaco

puede ser y es siempre

- al derecho como al revés-

un paralelepípedo,

perfecto estimulador

de mi pragmático primo.

 

Primogénito primario

sale pronto de su armario.

Emplea su patrimonio

adquiriendo un palco entero

para disfrutarlo a solas.

Lo merece su persona.

 


Coleccionó cajetillas

y mil   cajas de cerillas

que empleó para quemar

dentro de la chimenea

toda clase y ralea

de olorosos tabacos.

 

Se dijo que, en paralelo,

llegó, invariablemente,

a establecer su pasión

para gozar con los colores

que brotan en las praderas

al final de los inviernos

y en todas las primaveras.

 


Concluye la historia aquí.

Mi primo adquirió un prado

situado en una cuesta.

En él, tiene una casa erguida,

orientada a Poniente

donde se sonroja el Sol

y el Alba se adormece.

 

Un balcón de corredores

donde canta un ruiseñor.

Un tractor casi amarillo.

Una higuera centenaria.

Un carretón de madera

y de cáñamo, una espuerta.

 


Puntual, cada mañana

observaba la escena.

Aún seguía en su palco.

El negro telón subido.

Un grajo revolotea.

Alboroto en el corral.

 

Cantan los gallos con brío.

La función ya va a empezar.

 


Alcalá de Henares, 26 de julio de 2021

Texto e imágenes originales de Franziska

PALABRA DADA:  PARALELEPÍPEDO

 

 

 

 

 

 

 

 

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