martes, 25 de noviembre de 2014

Preguntas








El bien sin el mal es un pan sin sal.
¿De que vale el agua si no existe la sed?
Alegría y tristeza están enganchadas
                                   como las cerezas.

La aurora sin la noche sería un derroche.
El blanco deslumbra porque existe el negro.
La quietud de los campos no tendría color
si no existieran ruido y contaminación.

¿Qué seria la Luna si no hubiera Sol?
¿Qué seria del ruido si no hubiera sonido?
¿Qué sería de mis palabras
                                   si nadie las hubiera oído?

¿De qué valdría el llanto si nadie hubiera reído?

¿De qué valdría escribir si nadie supiera leer?
¿De qué valdría un sendero cuando no se tienen pies?
¿De qué valen las plumas cuando no se tienen alas?
¿Para qué vale un zapato en el que no entra un pie?

¿Para qué vale hablar con quien no desea escuchar?
¿Para qué se dictan leyes que nadie quiere aplicar?
¿Por qué llamamos vida a lo que es solo una muerte diferida?
¿Por qué llamamos pareja a la soledad de dos en compañía?

El bien necesita del mal y por eso
Lucifer, asumiendo su papel,
no para de fastidiar, de  mil  modos, nuestra vida.

Es bueno, pues, el dolor y todo lo que se quiebra.
Se agradecen los desaires, las mentiras y el mal trato
que nos hicieron llorar algún rato pero no importa,
-ahora sabemos, y nunca lo olvidaremos-


que fue el precio que pagamos por ser felices otro rato.
Se mire como se mire, paradójica es nuestra vida.


Alcalá de Henares, 25 de noviembre de 2014

Texto e imágenes realizados por Franziska para
EL JUEGO DE LA PALABRA DADA
PALABRA:  PREGUNTAS
DADOR:  IGNACIO JIMENEZ 



Utopia

    Conjugáremos  los verbos sin futuro y ya no existirán condicionales ni conciertos, contratos ni otras causas que el presente c...