martes, 19 de noviembre de 2013

El silencio no existe donde la vida palpita





¡Bosque de árboles muertos
en la difusa frontera
de razón y sentimientos!

Y fue, sin quererlo ser,
tu presencia no visible:
buscada como refugio
y como destino, hallada;
para nada, un desatino.

Y fue del tiempo el olvido
de un ayer sin sentido:
heridas cicatrizadas
que no volverán a abrirse
ni al huracán de tu paso.

¡Bosque de árboles muertos:
morada solo del viento!

Sin la savia que sus raíces sustente,
un árbol sin nidos
-aunque nos mire de frente-
cobija en sus ramas secas
dolor, soledades y silencio.

El silencio no existe
donde la vida palpita.
El rencor no puede coexistir
donde nació y tuvo vida el amor.

¡Porque nunca estará solo
quien fue amado y dio amor!

Alcalá de Henares, 19 de noviembre de 2013
Texxto e imágenes realizadas por  Franziska

domingo, 10 de noviembre de 2013

Un lugar al que volver






Soñar con el regazo de tu madre
es recuperar el candor.
Cantar como un ruiseñor,
volar y volar muy alto.
Volver a creer en Dios.


Al mar le debes un amor sin límites
de tal manera ardiente y trastornado
que,  en las oscuras noches de la mente,
has llegado a preguntarte si no habrás sido pez.

De la fusión de los dos, alcanzaste
una pasión idealizada
y un paraíso al que desean volver,
a cada paso,  todas las fibras de  tu ser.
Porque tu patria no es otra que la mar
y los brazos de tu madre y su cantar.


Volver  al mundo de la niñez: la fantasía.
El fabuloso descubrimiento de las hadas.
A lo largo de tu vida te has encontrado
con muchas caperucitas y algunos lobos feroces,
con la lechera del cuento, y los sueños
de Alicia en el País de la Maravillas.


En el cuerpo de aquella niña
que se negó a convertirse en mujer
-se paró a los doce años y no volvió a crecer-
se han marcado las huellas
de  penurias, amores y desengaños.
Sin embargo, luminosa y bella, la Fantasía
florece en tus mañanas cada día.


La realidad no fue capaz de romper
tu alma con sus hierros ardientes.
El primer amor y tus hijos
son otros hitos que siempre justificaron
el sentido de tu vida. Está tu alma encendida.
A cada paso que das, un aroma te acaricia:


Los ojos de aquel muchacho que le dio nombre al amor.
Los abrazos y sonrisas de tus hijos
que perduran y que habitan en tu viejo corazón.

Siempre vuelves arrebatada de emociones
al mar y al mundo de tu infancia.



Alcalá de Henares, 10 de noviembre de 2013
Texto e imágenes realizadas por  Franziska

Trabajo realizado para “El club de las letras mágicas”
Tema sugerido por Aurelio:  Todos tenemos un lugar al que volver



Utopia

    Conjugáremos  los verbos sin futuro y ya no existirán condicionales ni conciertos, contratos ni otras causas que el presente c...