domingo, 29 de septiembre de 2013

El marinero en tierra






El marinero en tierra

Porque la noche se desploma sobre la mar

y entonces un coro de tinieblas despierta

y canta el rapto de la ausencia de luz y claroscuros.

Sin embargo, el marinero en tierra lo que añora

es revivir el asombro de contemplar la luna

asomada, coqueta y repeinada, en el balcón de la noche;

mientras, las miríadas de estrellas rutilando

cantan la canción del amor que sabe a viento.



Ciudad



Lugar donde los hombres se vigilan.

Territorio de torpes y crueles acechanzas.

Razas que habitan en colmenas no grupales.

Donde reina la soledad en compañía.

Donde se ocultan y se pudren los deseos.

Espacio en el que se entierra a la esperanza.

Tierra de fértiles cosechas de añoranzas.






El aire



El aire es semejante al amor:

porque se mueve, sabemos que existe.

Circunda la Tierra  buscando el corazón del hombre.

Pero no dispone del tiempo que el amor precisa

para arraigar con firmeza sus raíces antiguas.

En algún lugar –yo no sé dónde-, quizás, en Utopía

crece una flor cuyo polen difunde el viento en su furor

y de esa flor, sin ninguna duda, renacerá el Amor.


Alcalá de Henares, 29 de septiembre de 2013
Textos e imágenes realizados por Franziska

sábado, 14 de septiembre de 2013

Está muy cansado de ser el viento



Los ríos siempre anhelantes
sin otro proyecto ni otro afán
que lograr su fusión con el mar.

Final que principio es.
Río que se adentra en la mar,
-perdida la conciencia de sí mismo-
no podrá volver atrás.

Y sin embargo el mar, es agua como
agua es el río, el arroyo y el torrente
pero la voz que en ellos  clama,
no es la del agua que son los vientos
los que nos dicen sus sentimientos.

El viento luce muchas camisas.
Pasa despacio, usas las brisas,
cuando se viste de tramontana
llega cortante, con mucha prisa.

Nunca se anuncia en las cornisas.
En las ventanas troncha las flores.
Siempre se aleja, no tiene tiempo
para oír sus quejas ni sus clamores.

Sin embargo, los vientos,
-amantes eternos del agua-
jamás se olvidan de acariciarla
de mirarse en sus luces, de enamorarla.

Sé,  -porque me lo ha dicho
en un momento que abrió su pecho-
que él sólo desea ser como el  agua.
Está muy cansado de ser el viento.

Alcalá de Henares, 14 de septiembre de 2013
Texto e imágenes realizados por Franziska para 
EL JUEGO DE LA PALABRA DADA
PALABRA: RIO  
DADORA:  ISABEL AYLLÓN PEREIRA
 

Utopia

    Conjugáremos  los verbos sin futuro y ya no existirán condicionales ni conciertos, contratos ni otras causas que el presente c...