María
salió de casa.
El sol
azotó sus ojos.
Un
instante los cerró.
¿Dónde
habré puesto
mis
gafas? Musitó.
Nadie
respondía, nadie.
Se había
habituado
a hacerse
preguntas
que, pocas
veces,
tenían
contestación.
Volvió a
abrir la puerta.
Su
memoria bloqueada,
no
respondía a sus clics.
¡¡¡Calma!!!
¡Es solo
cuestión de tiempo!
Con los
ojos pasmados
escuchaba
el tic tac
del reloj
de la cocina.
Rebuscaba
en la memoria
que
semejaba un arcón
repleto de
trastos viejos.
Poco a poco
iba sintiendo
acelerada
y confusa,
una
agitación violenta
como el
paso de una tormenta
por un
valle encajonado.
Algo igual
a comer ansia
la
atropellaba, inclemente,
¿Dónde
están mis gafas, dónde?
Se está
haciendo tarde,
Me
retrasaré otra vez…
La idea
de la demencia
atropelló
sus neuronas:
como una
hiena furiosa
la abrazaba
con su espanto
de vacío
y de dolor.
Volvieron
a funcionar las conexiones.
El chip
de la memoria se activó.
Confusa
como si aún la niebla
dominara su
inteligencia
de pronto
recordó,
la última
vez que había salido
y el
bolso que usó.
Todo
volvía a su lugar.
La fiera
de la incertidumbre,
se
amansó. El ansia descansó.
Son los
achaques de la vejez…
volvió a
susurrar.
Alcalá de
Henares, 20 de febrero de 2019
Texto e
imágenes realizadas por Franziska para ser publicados en
EL JUEGO
DE LA PALABRA DADA-SEGUNDO
PALABRA: ANSIA
DADORA: BEATRIZ PIN DEL BLOG
http://leriasdebea.blogspot.com/2019/
Es la autora de un blog que publica en lengua gallega. Es una escritora excelente y yo siempre disfruto con la lectura de los temas que publica. Tiene un carácter acogedor y es muy amable.