

Hojas de dorado otoño
cubriendo humildes el suelo
de la calle y de la ronda
del camino de mis sueños.
En olla de barro cuecen,
lentamente, mis ensueños
con un poquito de menta
y una pizca de aún me acuerdo.
Y por la ronda camino
viendo las hojas danzar
movidas por remolinos
al tiempo que se perfuma el aire
con tu recuerdo y el mío,
al buscar tus ojos claros
que una tarde de otro otoño
yo perdí por el camino.
¡Cuando las hojas se mecen
alfombrando las callejas,
salgo a buscar tu recuerdo
y siempre retorno al vacío!
En olla de barro se cuece,
lentamente, mi destino.
¡Solo espero de la vida
que te cruce en mi camino!
Raitán
Mis/doc
Alcalá de Henares, 11 de Diciembre de 2003