¡Bosque de árboles muertos
en la difusa frontera
de razón y sentimientos!
Y fue, sin quererlo ser,
tu presencia no visible:
buscada como refugio
y como destino, hallada;
para nada, un desatino.
Y fue del tiempo el olvido
de un ayer sin sentido:
heridas cicatrizadas
que no volverán a abrirse
ni al huracán de tu paso.
¡Bosque de árboles muertos:
morada solo del viento!
Sin la savia que sus raíces sustente,
un árbol sin nidos
-aunque nos mire de frente-
cobija en sus ramas secas
dolor, soledades y silencio.
El silencio no existe
donde la vida palpita.
El rencor no puede coexistir
donde nació y tuvo vida el amor.
¡Porque nunca estará solo
quien fue amado y dio amor!
Alcalá de Henares, 19 de noviembre de 2013
Texxto e imágenes realizadas por Franziska