
No quiero tus horas de sol,
quiero el fuego nocturno, plateado de tu piel.
No tu voz que se agita en el día,
sí tu voz que descansa,
que se duerme en la mía...
Autora: -Alejandra Ramírez Cárdenas----------------------------------------
Para El juego de la respuesta
Enviado por : Alejandra de http://cantoenflor.blogspot.com

Tengo muy claro que la autora de estos versos, mi querida amiga Alejandra, puede no haber llevado nunca tan lejos su pensamiento. No me canso de reiterarlo, se trata solamente de un juego y no es nada personal mío ni ninguna otra valoración de los sentimientos de quien propone los versos. Toda la idea ha surgido por el verso: “quiero el fuego nocturno plateado de tu piel”. Así de fácil. A mi entender, no deben hacerse otras valoraciones más que las correspondientes a la capacidad de utilizar la ficción como un medio de expresión. Vamos, pues, al resultado que es el siguiente:

Y por querer y ¡quiero tanto!
querría llegar al infinito
despacio, siempre andando,
eternamente asida de tu mano.
Porque es para siempre y es eterno
sólo por eso me conformo.
¡Esta sed implacable de mirarme en tus ojos
me trastorna y me hunde en las sombras
de un dolor sin limites…!
Me siento tan sin mí y solo tuya
que es imposible que no intuyas
qué corceles galopan por mis venas,
qué vientos huracanan mis caderas.
Es que, al fin, la noche se aproxima
y ha de hallarme hundida en esta sima
de un amor desmedido y sin fronteras,
una pasión sin vuelta atrás y sin esperas.
Si vas a buscarme un día, no lo aplaces.
Cada instante sin ti es un desierto.
Todo momento que no vivo para ti
pienso, siento, que he muerto.
Por una palabra apasionada,
por un instante de ternura,
por una mirada tuya
te entrego mi alma y mi cordura.
Ven te espero, ya soy tuya.

Alcalá de Henares, 22 de julio de 2009
Raitán