lunes, 27 de abril de 2009

¡Nunca vi que la Luna tuviera pelo!

¡No te vayas Cordura,


te necesito!



Ahora mismo lo confieso.

Lo he soñado todo con los ojos abiertos.

¡Pero lo he visto!



Esta noche la Luna llegó a mi playa

a bañarse desnuda

como las almas.



De sus ojos oscuros como mi miedo,

nació ese río

que ahora mismo discurre entre los chopos.

De sus aguas se sacian los gorriones

y han crecido, a millares,

juncos y flores.





¡Si por las noches llora la Luna

es que está enamorada:

no tengo duda!



¡Sus cabellos, de plata tienen destellos

que esparcen su luz por todo el cielo!



Pero ¡qué dices?

¡Nunca vi que la Luna tuviera pelo!



No te inquietes Razón

yo sé que pronto llegará el día

en que todo lo vea sin fantasía.



Me verás sometida ¡pero tan triste!

que tú misma querrás mi marcha atrás.



Sin embargo, mi destino está escrito.

Cada paso que avanzo, borra mis huellas.

Es conocido, para marcar senderos,

yo no he nacido.



Alcalá de Henares, 27 de abril de 2009
Texto e imágenes de Franziska

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